viernes, 15 de mayo de 2015

“12 MITOS EN LOS QUE CREEN INCLUSO LOS DOCTORES” SEGUNDA PARTE

 “12 MITOS EN LOS QUE CREEN INCLUSO LOS DOCTORES” SEGUNDA PARTE 


6: Las grasas saturadas producen enfermedades cardiacas.


En 2002, el tabloide “experto” en alimentación “Comida y Nutrición” incluyó en su interior la siguiente afirmación errónea, que es el epítome de este mito nutricional:

“Las grasas saturadas y el colesterol en la dieta no tienen ningún efecto beneficioso a la hora de prevenir ninguna enfermedad crónica y no son elementos necesarios en ningún aspecto para el cuerpo humano”.

Esta peligrosa recomendación, que proviene de una hipótesis no comprobada que data de los años 50, lleva perjudicando tu salud y la de tus seres queridos unos 40 años.
La verdad es que las grasas saturadas tanto animales como vegetales te ayudan a proteger las membranas celulares y a segregar gran cantidad de hormonas y sustancias parecidas sin las que tu cuerpo no podrá funcionar de manera óptima.

También actúan como portadores de las importantes vitaminas solubles en grasa A, D, E y K. Las grasas son también necesarias para la transformación de los carotenos en vitamina A, para la absorción de los minerales y para que se produzcan otros muchos procesos biológicos.

De hecho, las grasas saturadas son la mejor gasolina que puedes echar a tu corazón.
Para conseguir más información sobre las grasas saturadas y el importante papel que juegan a la hora de mantener a tu cuerpo sano, por favor, lee mi artículo “La verdad sobre las grasas saturadas”.

7: Los edulcorantes artificiales son seguros, saben bien y te ayudan a perder peso.

La mayoría de la gente utiliza edulcorantes cuando intentan perder peso. Lo increíblemente irónico es que casi todas las investigaciones que han analizado cuidadosamente sus efectos han demostrado que aquellas personas que utilizan edulcorantes ganan en realidad más peso que aquellos que consumen azúcar para añadir sabor a algún alimento.


En 2005, los datos reunidos después de 25 largos años de estudio por el hospital del Corazón de San Antonio han demostrado que beber refrescos dietéticos aumenta las probabilidades de ganar peso – mucho más que consumiendo refrescos normales. De media, cada refresco de dieta que consumían los participantes de este estudio al día aumentaba su riesgo de padecer sobrepeso durante los siguientes siete y ocho años en un 65%, y hacía que tuvieran un 41% más de probabilidades de convertirse en personas obesas.

Las razones por las que se produce esta ironía todavía se están investigando, pero hay varias causas potenciales, entre las que se incluyen:
-Simplemente el sabor dulce parece aumentar la sensación de hambre, independientemente de su propio contenido calórico.
-Los edulcorantes artificiales parece que simplemente hacen que te apetezca comer más dulces y, por lo tanto, el consumo total de azúcar no se reduce – lo que provoca que tengas aún más problemas para controlar tu peso.
-Los edulcorantes artificiales pueden afectar a la habilidad natural que tiene el cuerpo para “contar calorías”, como se demuestra en estudios como el que realizó en 2004 la universidad de Purdue, en el que se descubrió que las ratas a las que se había alimentado con edulcorantes artificiales comían una mayor cantidad de alimentos de alto contenido calórico que aquellas ratas a las que se había dado líquidos endulzados de manera natural con una importante concentración de calorías.
Al final, lo que nos dicen los investigadores es que los edulcorantes artificiales NO son los mejores amigos de las personas que hacen dieta, porque, a diferencia de lo que afirma en sus campañas de promoción, los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías probablemente harán que ganes peso en vez de ayudarte a perderlo.
También hay una gran cantidad de peligros para tu salud que se vinculan al consume de los edulcorantes artificiales y al aspartamo en particular. He empezado a recopilar una creciente lista de estudios que tratan sobre los problemas de salud que se pueden derivar del consumo del aspartamo, que puedes encontrar aquí. Si todavía no estás convencido, te recomiendo encarecidamente que eches un vistazo a estos estudios para que puedas tomar una decisión documentada.
Para saber más sobre el aspartamo, el peor edulcorante artificial que existe en el mundo, por favor, ve el vídeo que le dedico. 

8.-La soja es sana.


El meteórico ascenso de la soja como “comida sana” es un ejemplo perfecto de cómo una campaña de marketing brillante puede engañar a millones de personas. Pero no te equivoques, los productos hechos con soja no fermentada NO son sanos.
Al contrario, miles de estudios han vinculado la soja no fermentada a la malnutrición, a diversos problemas digestivos, al colapso del sistema inmunológico, a sufrir una disfunción tiroidea, a un descenso cognitivo, a desórdenes reproductivos y a la infertilidad – incluso se la ha relacionado con el cáncer cáncer y las enfermedades cardiacas.
No solo eso, sino que más del 90% de las cosechas americanas de soja están genéticamente modificadas, lo que conlleva aún más riesgos para tu salud.
Aquí te dejo una lista de los problemas de salud que se han vinculado directamente al consume de la soja:
  • Cáncer de mama.
  • Daños cerebrales.
  • Anomalías en los bebés.
  • Problemas en el tiroides.
  • Piedras en el riñón.
  • Problemas en el sistema inmunológico.
  • Alergias alimenticias muy severas y potencialmente mortales.
  • Infertilidad.
  • Peligros diversos durante el embarazo y la lactancia materna.
Sin embargo, no me opongo a todos los tipos de soja. La soja orgánica y, sobre todo, la soja fermentada de la manera adecuada son muy buenas para tu salud. Ejemplos de productos de soja fermentada que son muy beneficios para la salud son el natto, el miso y la tempura. 

9.-Los granos enteros son buenos para todo el mundo.

El consumo de productos realizados con granos enteros es un tema que puede confundir a mucha gente, sobre todo a aquellas personas a las que les apasionan los temas relacionados con la nutrición, ya que durante mucho tiempo nos han dicho que la fibra que contienen los granos enteros es muy beneficiosa para nuestro cuerpo.
Por desgracia, TODOS los granos, incluyendo los granos enteros y las variedades orgánicas, pueden elevar tus niveles de insulina, lo que conlleva un aumento del riesgo de sufrir diversas enfermedades.
Sé por experiencia que más del 85% de los americanos tienen problemas a la hora de controlar sus niveles de insulina, especialmente aquellas personas que tienen los siguientes problemas:
  • Sobrepeso.
  • Diabetes.
  • Tensión alta.
  • Colesterol alto.
  • Problemas a la hora de metabolizar las proteínas.
Además, la intolerancia al gluten es mucho más habitual de lo que se podría pensar, lo que también puede dañar irreversiblemente tu salud.
Por norma general, recomiendo a la gente encarecidamente que elimine los granos de su dieta, al igual que los azúcares, especialmente si sufres algunos de los problemas antes mencionados que están relacionados con la resistencia a la insulina. Cuanto mayores sean tus niveles de insulina y más pronunciadas sean las señales de que sufres de una sobredosis de la misma, más interés debes mostrar a la hora de eliminar los granos de tu dieta.
Si eres uno de los pocos afortunados que no sufre resistencia a la insulina y tienes un peso normal, entonces puedes consumir libremente granos, especialmente granos enteros. Sin embargo, sería bueno que siguieras controlando tu consumo de granos y tu salud, ya que esta cambia constantemente. Lo que puede estar bien cuando tienes 25 o 30 años puede suponer un grave problema de salud cuando cumples los 40 y tus niveles hormonales y la cantidad de ejercicio que haces hayan experimentado un gran cambio.

10: Todos los complementos vegetales son tan buenos como los de procedencia animal.

El ejemplo más básico de esta afirmación es el omega 3. Es muy importante que te des cuenta de que no todas las grasas omega 3 son las mismas y de que el tipo y la fuente de tus omega 3 harán que estas grasas proporcionen a tu salud unos beneficios muy diferentes.
Hay tres tipos principales de grasas omega 3:
  • Ácido docosahexanoico (DHA).
  • Ácido eicosapentaenoico (EPA)
  • Ácido alfa-linolénico (ALA)
Muchas personas no se dan cuenta de que la mayoría de los conocidos beneficios que se asocian al consumo de las grasas omega 3 –tales como mejora del rendimiento mental, unos huesos más fuertes y ayudar a conservar la salud del corazón – se vinculan a las grasas omega 3 de procedencia animal (EPA y DHA), no al omega 3 de origen vegetal (ALA).
ALA, que es el tipo de omega 3 que se puede encontrar en la linaza y en los frutos secos, se convierte en EPA y DHA cuando se introduce en tu cuerpo, pero en una proporción muy reducida.
Por lo tanto, aunque consumas grandes cantidades de ALA, tu cuerpo solo puede convertir una pequeña proporción en EPA y DHA, y solo cuando hay suficientes enzimas presentes.
Esto no significa que las grasas omega 3 de origen vegetal sean dañinas o que deberían ser evitadas, simplemente que tienes que asegurarte de que también consumes grasas omega 3 de procedencia animal. Personalmente, incluyo alimentos con omega 3 de procedencia vegetal (ALA) regularmente en mi dieta, como las semillas de lino y el cáñamo, pero siempre los combino con otros que incluyen grasas omega 3 de procedencia animal.
Pero, para obtener la mayor cantidad posible de beneficios, las grasas omega 3 que consumas deben proceder de animales. Para obtener más información sobre este tema, por favor, lee mi artículo: “¿Estás consumiendo el tipo adecuado de grasas omega 3?”. 

11: La leche es buena para tu cuerpo.

¿La leche es buena para tu cuerpo?
Sí, si te la tomas en su forma natural.
Por desgracia, este mito insiste en que la leche normal pasteurizada es muy buena para la salud, lo que no es en absoluto verdad. Las instituciones normales relacionadas con la salud, además, se niegan a hacer frente a los peligros reales que se relacionan con las crecientes cantidades de hormonas y antibióticos que se pueden encontrar en la leche convencional.

Por favor, tenga en cuenta que yo no recomiendo a nadie beber leche pasteurizada de ninguna forma, incluyendo la orgánica, porque una vez que la leche ha sido pasteurizada se ha cambiado su estructura física de tal manera que puede llegar a causar alergias y problemas inmunológicos.
Se destruyen enzimas tan importantes como la lactosa, lo que provoca que muchas personas sean incapaces de digerir la leche. Además, vitaminas tales como la A, la C, la B6 y la B12 disminuyen y las frágiles proteínas de la leche son tan radicalmente transformadas que pasan de ser beneficiosas para la salud a ser un producto antinatural de aminoácidos que puede incluso dañar tu cuerpo.
La destrucción de esta beneficiosa bacteria a través del proceso de pasteurización también acaba promoviendo la aparición de enfermedades patógenas en vez de protegerte de ellas.
La alternativa más sana a la leche pasteurizada es la leche natural, que es una fuente increíble de nutrientes, incluyendo bacterias beneficiosas como el lactobacillus acidophilus, vitaminas y enzimas, y es, según mis propias estimaciones, una de las mejores fuentes de calcio disponibles para las personas.
Para saber más sobre esto, ve la entrevista que le hice a Mark McAfee, el dueño de “Alimentación orgánica”, la empresa de productos orgánicos más grande de los Estados Unidos. 

12: Las dietas bajas en grasa son sanas.

El mito de los alimentos bajos en grasa puede que haya hecho mucho más daño a millones de personas que cualquier otra recomendación dietética. De nuevo, al igual que las recomendaciones de ponerse al sol han incrementado la cantidad de casos de melanoma, la locura de los alimentos bajos en grasa ha aumentado el consumo de grasas trans, que sabemos que aumentan las posibilidades de padecer obesidad, diabetes y enfermedades cardiacas.
Para cortar de raíz esta confusión, es importante que te des cuenta de que comer grasa no te hace gordo.
La causa principal del exceso de peso y de todas las enfermedades crónicas relacionadas con él es el consumo de cantidades excesivas de azúcar –especialmente de fructosa, pero también de todo tipo de granos, que se convierten rápidamente en azúcar una vez consumidos.
Ojalá la locura de los alimentos bajos en grasa hubiera sido de alimentos bajos en azúcar…si así hubiera sido, no hubiésemos tenido tantas enfermedades crónicas como ahora sufrimos.
Para saber por qué y cómo una dieta baja en grasa puede provocar muchos problemas de los problemas de salud que afirma evitar, por favor, lea el artículo anteriormente mencionado al respecto.

Consideraciones finales.

Como puedes ver, hay muchos mitos relacionados con la salud ahí fuera, y parece que no hacen sino aumentar…Los 12 mitos que hemos señalado en estos artículos, son solo una muestra, porque hay muchos más.

Dr. Mercola (www.mercola.com)

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