“12 MITOS EN LOS QUE CREEN INCLUSO LOS
DOCTORES” SEGUNDA PARTE
6: Las grasas saturadas producen
enfermedades cardiacas.
En 2002, el tabloide “experto” en
alimentación “Comida y Nutrición” incluyó en su interior la siguiente
afirmación errónea, que es el epítome de este mito nutricional:
“Las grasas saturadas y el colesterol en
la dieta no tienen ningún efecto beneficioso a la hora de prevenir ninguna
enfermedad crónica y no son elementos necesarios en ningún aspecto para el
cuerpo humano”.
Esta peligrosa recomendación, que proviene
de una hipótesis no comprobada que data de los años 50, lleva perjudicando tu
salud y la de tus seres queridos unos 40 años.
La verdad es que las grasas saturadas
tanto animales como vegetales te ayudan a proteger las membranas celulares y a
segregar gran cantidad de hormonas y sustancias parecidas sin las que tu cuerpo
no podrá funcionar de manera óptima.
También actúan como portadores de las
importantes vitaminas solubles en grasa A, D, E y K. Las grasas son también
necesarias para la transformación de los carotenos en vitamina A, para la
absorción de los minerales y para que se produzcan otros muchos procesos
biológicos.
De hecho, las grasas saturadas son la
mejor gasolina que puedes echar a tu corazón.
Para conseguir más información sobre las
grasas saturadas y el importante papel que juegan a la hora de mantener a tu
cuerpo sano, por favor, lee mi artículo “La verdad sobre las grasas saturadas”.
7: Los edulcorantes artificiales son
seguros, saben bien y te ayudan a perder peso.
La mayoría de la gente utiliza
edulcorantes cuando intentan perder peso. Lo increíblemente irónico es que casi
todas las investigaciones que han analizado cuidadosamente sus efectos han
demostrado que aquellas personas que utilizan edulcorantes ganan en realidad
más peso que aquellos que consumen azúcar para añadir sabor a algún alimento.
En 2005, los datos reunidos después de 25
largos años de estudio por el hospital del Corazón de San Antonio han
demostrado que beber refrescos dietéticos aumenta las probabilidades de ganar
peso – mucho más que consumiendo refrescos normales. De media, cada refresco de
dieta que consumían los participantes de este estudio al día aumentaba su
riesgo de padecer sobrepeso durante los siguientes siete y ocho años en un 65%,
y hacía que tuvieran un 41% más de probabilidades de convertirse en personas
obesas.
Las razones por las que se produce esta
ironía todavía se están investigando, pero hay varias causas potenciales, entre
las que se incluyen:
-Simplemente el sabor dulce parece
aumentar la sensación de hambre, independientemente de su propio contenido
calórico.
-Los edulcorantes artificiales parece que
simplemente hacen que te apetezca comer más dulces y, por lo tanto, el consumo
total de azúcar no se reduce – lo que provoca que tengas aún más problemas para
controlar tu peso.
-Los edulcorantes artificiales pueden
afectar a la habilidad natural que tiene el cuerpo para “contar calorías”, como
se demuestra en estudios como el que realizó en 2004 la universidad de Purdue,
en el que se descubrió que las ratas a las que se había alimentado con
edulcorantes artificiales comían una mayor cantidad de alimentos de alto
contenido calórico que aquellas ratas a las que se había dado líquidos
endulzados de manera natural con una importante concentración de calorías.
Al final, lo que nos dicen los
investigadores es que los edulcorantes artificiales NO son los mejores amigos
de las personas que hacen dieta, porque, a diferencia de lo que afirma en sus
campañas de promoción, los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías
probablemente harán que ganes peso en vez de ayudarte a perderlo.
También hay una gran cantidad de peligros
para tu salud que se vinculan al consume de los edulcorantes artificiales y al
aspartamo en particular. He empezado a recopilar una creciente lista de
estudios que tratan sobre los problemas de salud que se pueden derivar del
consumo del aspartamo, que puedes encontrar aquí. Si todavía no estás
convencido, te recomiendo encarecidamente que eches un vistazo a estos estudios
para que puedas tomar una decisión documentada.
Para saber más sobre el aspartamo, el peor
edulcorante artificial que existe en el mundo, por favor, ve el vídeo que le
dedico.
8.-La
soja es sana.
El meteórico ascenso de la soja como
“comida sana” es un ejemplo perfecto de cómo una campaña de marketing brillante
puede engañar a millones de personas. Pero no te equivoques, los productos
hechos con soja no fermentada NO son sanos.
Al contrario, miles de estudios han
vinculado la soja no fermentada a la malnutrición, a diversos problemas
digestivos, al colapso del sistema inmunológico, a sufrir una disfunción
tiroidea, a un descenso cognitivo, a desórdenes reproductivos y a la
infertilidad – incluso se la ha relacionado con el cáncer cáncer y las
enfermedades cardiacas.
No solo eso, sino que más del 90% de las
cosechas americanas de soja están genéticamente modificadas, lo que conlleva
aún más riesgos para tu salud.
Aquí te dejo una lista de los problemas de
salud que se han vinculado directamente al consume de la soja:
- Cáncer de mama.
- Daños cerebrales.
- Anomalías en los bebés.
- Problemas en el tiroides.
- Piedras en el riñón.
- Problemas en el sistema
inmunológico.
- Alergias alimenticias muy
severas y potencialmente mortales.
- Infertilidad.
- Peligros diversos durante el
embarazo y la lactancia materna.
Sin embargo, no me opongo a todos los
tipos de soja. La soja orgánica y, sobre todo, la soja fermentada de la manera
adecuada son muy buenas para tu salud. Ejemplos de productos de soja fermentada
que son muy beneficios para la salud son el natto, el miso y la tempura.
9.-Los granos enteros son buenos para todo
el mundo.
El consumo de productos realizados con
granos enteros es un tema que puede confundir a mucha gente, sobre todo a
aquellas personas a las que les apasionan los temas relacionados con la
nutrición, ya que durante mucho tiempo nos han dicho que la fibra que contienen
los granos enteros es muy beneficiosa para nuestro cuerpo.
Por desgracia, TODOS los granos,
incluyendo los granos enteros y las variedades orgánicas, pueden elevar tus
niveles de insulina, lo que conlleva un aumento del riesgo de sufrir diversas
enfermedades.
Sé por experiencia que más del 85% de los
americanos tienen problemas a la hora de controlar sus niveles de insulina,
especialmente aquellas personas que tienen los siguientes problemas:
- Sobrepeso.
- Diabetes.
- Tensión alta.
- Colesterol alto.
- Problemas a la hora de
metabolizar las proteínas.
Además, la intolerancia al gluten es mucho
más habitual de lo que se podría pensar, lo que también puede dañar
irreversiblemente tu salud.
Por norma general, recomiendo a la gente
encarecidamente que elimine los granos de su dieta, al igual que los azúcares,
especialmente si sufres algunos de los problemas antes mencionados que están
relacionados con la resistencia a la insulina. Cuanto mayores sean tus niveles
de insulina y más pronunciadas sean las señales de que sufres de una sobredosis
de la misma, más interés debes mostrar a la hora de eliminar los granos de tu
dieta.
Si eres uno de los pocos afortunados que
no sufre resistencia a la insulina y tienes un peso normal, entonces puedes
consumir libremente granos, especialmente granos enteros. Sin embargo, sería
bueno que siguieras controlando tu consumo de granos y tu salud, ya que esta
cambia constantemente. Lo que puede estar bien cuando tienes 25 o 30 años puede
suponer un grave problema de salud cuando cumples los 40 y tus niveles
hormonales y la cantidad de ejercicio que haces hayan experimentado un gran
cambio.
10: Todos los complementos vegetales son tan
buenos como los de procedencia animal.
El ejemplo más básico de esta afirmación
es el omega 3. Es muy importante que te des cuenta de que no todas las grasas
omega 3 son las mismas y de que el tipo y la fuente de tus omega 3 harán que
estas grasas proporcionen a tu salud unos beneficios muy diferentes.
Hay tres tipos principales de grasas omega
3:
- Ácido docosahexanoico (DHA).
- Ácido eicosapentaenoico (EPA)
- Ácido alfa-linolénico (ALA)
Muchas personas no se dan cuenta de que la
mayoría de los conocidos beneficios que se asocian al consumo de las grasas
omega 3 –tales como mejora del rendimiento mental, unos huesos más fuertes y
ayudar a conservar la salud del corazón – se vinculan a las grasas omega 3 de
procedencia animal (EPA y DHA), no al omega 3 de origen vegetal (ALA).
ALA, que es el tipo de omega 3 que se
puede encontrar en la linaza y en los frutos secos, se convierte en EPA y DHA
cuando se introduce en tu cuerpo, pero en una proporción muy reducida.
Por lo tanto, aunque consumas grandes
cantidades de ALA, tu cuerpo solo puede convertir una pequeña proporción en EPA
y DHA, y solo cuando hay suficientes enzimas presentes.
Esto no significa que las grasas omega 3
de origen vegetal sean dañinas o que deberían ser evitadas, simplemente que
tienes que asegurarte de que también consumes grasas omega 3 de procedencia
animal. Personalmente, incluyo alimentos con omega 3 de procedencia vegetal
(ALA) regularmente en mi dieta, como las semillas de lino y el cáñamo, pero
siempre los combino con otros que incluyen grasas omega 3 de procedencia
animal.
Pero, para obtener la mayor cantidad
posible de beneficios, las grasas omega 3 que consumas deben proceder de
animales. Para obtener más información sobre este tema, por favor, lee mi
artículo: “¿Estás consumiendo el tipo adecuado de grasas omega 3?”.
11: La leche es buena para tu cuerpo.
¿La leche es buena para tu cuerpo?
Sí, si te la tomas en su forma natural.
Por desgracia, este mito insiste en que la
leche normal pasteurizada es muy buena para la salud, lo que no es en absoluto
verdad. Las instituciones normales relacionadas con la salud, además, se niegan
a hacer frente a los peligros reales que se relacionan con las crecientes
cantidades de hormonas y antibióticos que se pueden encontrar en la leche
convencional.
Por favor, tenga en cuenta que yo no
recomiendo a nadie beber leche pasteurizada de ninguna forma, incluyendo la
orgánica, porque una vez que la leche ha sido pasteurizada se ha cambiado su
estructura física de tal manera que puede llegar a causar alergias y problemas
inmunológicos.
Se destruyen enzimas tan importantes como
la lactosa, lo que provoca que muchas personas sean incapaces de digerir la
leche. Además, vitaminas tales como la A, la C, la B6 y la B12 disminuyen y las
frágiles proteínas de la leche son tan radicalmente transformadas que pasan de
ser beneficiosas para la salud a ser un producto antinatural de aminoácidos que
puede incluso dañar tu cuerpo.
La destrucción de esta beneficiosa
bacteria a través del proceso de pasteurización también acaba promoviendo la
aparición de enfermedades patógenas en vez de protegerte de ellas.
La alternativa más sana a la leche
pasteurizada es la leche natural, que es una fuente increíble de nutrientes,
incluyendo bacterias beneficiosas como el lactobacillus acidophilus, vitaminas
y enzimas, y es, según mis propias estimaciones, una de las mejores fuentes de
calcio disponibles para las personas.
Para saber más sobre esto, ve la
entrevista que le hice a Mark McAfee, el dueño de “Alimentación orgánica”, la
empresa de productos orgánicos más grande de los Estados Unidos.
12: Las dietas bajas en grasa son sanas.
El mito de los alimentos bajos en grasa
puede que haya hecho mucho más daño a millones de personas que cualquier otra
recomendación dietética. De nuevo, al igual que las recomendaciones de ponerse
al sol han incrementado la cantidad de casos de melanoma, la locura de los
alimentos bajos en grasa ha aumentado el consumo de grasas trans, que sabemos
que aumentan las posibilidades de padecer obesidad, diabetes y enfermedades
cardiacas.
Para cortar de raíz esta confusión, es
importante que te des cuenta de que comer grasa no te hace gordo.
La causa principal del exceso de peso y de
todas las enfermedades crónicas relacionadas con él es el consumo de cantidades
excesivas de azúcar –especialmente de fructosa, pero también de todo tipo de
granos, que se convierten rápidamente en azúcar una vez consumidos.
Ojalá la locura de los alimentos bajos en
grasa hubiera sido de alimentos bajos en azúcar…si así hubiera sido, no
hubiésemos tenido tantas enfermedades crónicas como ahora sufrimos.
Para saber por qué y cómo una dieta baja
en grasa puede provocar muchos problemas de los problemas de salud que afirma
evitar, por favor, lea el artículo anteriormente mencionado al respecto.
Consideraciones finales.
Como puedes ver, hay muchos mitos
relacionados con la salud ahí fuera, y parece que no hacen sino aumentar…Los 12
mitos que hemos señalado en estos artículos, son solo una muestra, porque hay
muchos más.
Dr.
Mercola (www.mercola.com)